En está fase “La promesa”, las áreas de la vida en pareja comienzan a tomar relevancia, sale a luz las creencias más ocultas de cada una de las áreas.
“Podemos ser esclavos de nuestras necesidades y de las creencias de las diferencias entre los sexos, y con ello estamos destinados a ser cazador constante del satisfactor de tal necesidad”.
La felicidad real depende de uno mismo, si tal felicidad se la depositamos a un tercero, sea quien sea, este no la cuidará como uno mismo.